domingo, 3 de julio de 2016

Vestigios y trascendencia histórica

La evidencia arqueológica disponible nos permite afirmar que los primeros pobladores de territorio ecuatoriano llegaron hace 11.000 años expandiéndose por toda la sierra y la costa modificando paulatinamente el medio ambiente en su beneficio

Durante los primeros milenios, los hombres buscaban refugio en las cavernas o levantaban campamentos estacionales. El fuego utilizaban como fuente de calor y para cocer la carne. Pescaban y cazaban animales menores, recolectaban frutos y raices que obtenian en el medio que habitaban.

Los grupos o clanes estaban formandos por 40 o 20 integrantes, pero gracias a la abundancia de animales con carne comestible, la escasa copetencia con otros grupos humanos y la gran ampliatud del terreno facilitaron la multiplicacion de estos primeros pobladores. 

Oleadas migratorias de los cazadores superiores

Los hallazgos arqueológicos nos demuestran cada vez con mayor seguridad, que América fue poblada desde el continente asiático, a través del estrecho de Bering hace 40.000 a 50.000 años.

Posteriormente los grupos humanos se dispersaron lentamente por todo el continente, tomando rutas costeras hace unos 20.000 años y rutas terrestres al interior del continente hace 14.000 años.

Los primeros pobladores del contienente americano fuerron cazadores y recolectadores, sucesores de los habitantes de Eurasia quienes desde hace 450.000 años poseían una larga tradición cultural y tecnológica, por lo que ya habían descubierto el fuego y frabricaban algunas herramientas en piedra.

Poblamiento inicial del territorio actual del ecuador

El globo terraqueo ha sufrido variaciones climaticas de larga y mediana duracion desde hace unos 600.000 años, pasando de periodos de glaciación a épocas de temperaturas más altas, que influyeron en el desarrollo de la flora y la fauna y por lo tanto del desarrollo de la vida humana.


En territorio Ecuatoriano , otro de los factores naturales que contribuyeron al desarrollo humano son la presencia de las corrientes fría  de humboldt y cálida de El niño, así como el volcanismo en el que la cordillera de los Andes constituye su columna vertebral.